domingo, 21 de octubre de 2007



















El Sabor de la identidad
Reflexión libre: Noviembre 2005


Graciela González Corei
Universidad Arturo Prat
Iquique.


Desde los inicios el ser humano, tiene necesidades básicas, como el abrigo, protección, alimentación etc. Referente al alimento, este cumple un rol fundamental para poder sobrevivir, es por eso que desde que nacemos, la importancia de que nuestra madre nos amamante, pero como se ha dicho en muchas ocaciones, este proceso de alimentación tiene mas que un fin de sobrevivencia, hay todo un lazo afectivo, es el contacto mas directo e importante que tiene una madre con su hijo, esto implica protección, dedicación, amor, y muchos otros sentimientos del que son solo complices la madre y su hijo.

A medida que pasa el tiempo quizas esta madre ya no amamante a su hijo, pero sin duda se preocupará de este se alimente bien y pueda desarrollarse debidamente, manteniendo siempre esa dedicación a la hora de preparar la comida para esos niñs. Las Distintas formas de preparar un buen plato de comida involucra dedicación, actitud ética, cariño, alegria, amor, estados de ánimo etc. En por esto que los alimentos y su preparación va mas allá de satisfacer una necesidad básica, tiene que ver con historias de vida, con compromiso de fé, con identidad, con "Arte".

A mi entender el proceso de globalización no comenzó como tal, hace algunas décadas, coincidiendo con el desarrollo e instalación a nivel mundial de la empresas multinacionales y acentuado luego de la caída del bloque socialista. Tengo la impresión de que la globalización comenzó a gestarse, por lo menos a nivel mundial,

Para algunos la "Historia del hombre es la Historia del hambre" , tomando un hecho histórico durante y posteriormente al descubrimiento de América, por Colón el año 1492, está la aseveración que una de las razones que llevó a este marinero a emprender tal travesía fue el descubrir una ruta que llevara directamente a las especias tan deseadas (canela, orégano, etc.) por los europeos, estas especias era razón para emprender expediciones y la adopción de estas en el recetario europeo abría para ellos otro abanico de especialidades culinarias que harían de su cocina algo especial.

El descubrimiento de América no significó encontrar aquella ruta, pero significó el descubrimiento de un nuevo mundo de sensaciones, olores y sobre todo sabores. Muy prontamente estos fueron exportados al nuevo mundo, el maíz, la papa, la quinoa, el tabaco y un largo etc.

La identidad de estos pueblos, especialmente de Centro y Sud América está claramente identificada con cada uno de estos productos y su preparación, a pesar de los años de colonialismo español y las nuevas arremetidas de expansionismo, ya sea comercial o militar, estos productos y preparaciones se han mantenido a través de los siglos como elementos de unión de estos pueblos y como símbolos de cada una de sus naciones. Cada olor, sabor y textura nos sitúan y trasladan a cada pueblo que se encuentra representado en ellos: el cebiche en Perú, los mariscos en Chile, el café en Colombia, el maíz en casi toda América, el azúcar de caña de Cuba, el cacao de Venezuela.

Cada nación en el mundo tiene productos propios, pero también todas ellas se ven afectadas por las corrientes migratorias que enriquecen con nuevos ingredientes cada una de las preparaciones y aquellos que las trajeron las empapan de su identidad provocando en su nueva tierra una fusión que enriquece a su patria de adopción. El mundo árabe enriqueció con su cultura y su comida a la Iberia conquistada, los españoles sin proponérselo agregaron variedad a Latinoamérica, además de, indirectamente, provocar en sus colonias la necesidad imperiosa de mantener su identidad.

Cada alimento y su preparación involucran formas de pensar y actuar, la comida caribeña posee la sensualidad y dulzura propia de esas tierras, el alimento preparado a lo largo de las costas de la Patagonia busca reforzar en sus habitantes la fuerza para enfrentar la naturaleza y provocar el encuentro luego de las largas jornadas de frío y noche. El hombre que obtiene el alimento del mar sabe que este se lo cobrará y soportará con entereza gracias a la fortaleza que el mismo mar le entrega, o sea existe una relación de mutua dependencia que ambos saben que está presente.

Brasil con toda su espiritualidad y cadencia, hace del café, adoptado desde el oriente también espiritual y sensual, su bebida por excelencia, llevando ese fuego que experimentan al saborearlo, mezclado con el origen africano de muchos de sus habitantes, a demostrarlo con calidez y fulgor en sus bailes, ritos y tradiciones.

Los fideos nacidos en China fueron creados a partir de la necesidad de hacer de la harina de trigo una preparación diferente y contundente, hoy son universales, sin embargo en cada país adoptan salsas, agregados y sabores propios de cada nación.
La identidad y sentimiento de cada pueblo se refleja en su cocina, los malos y los buenos tiempos dejan en su recetario huellas que cuentan esa historia, la papa en Europa es uno de los mejores ejemplos, ella salvo de morir de hambre a muchos de sus habitantes y las preparaciones que se gestaron nacieron de ese sentimiento de agradecer a aquel tubérculo su generosidad.

La comida "la necesidad tocada con la imaginación" una forma de entender la vida, mostrándonos tal como somos, reflejando nuestra independencia, y adquiriendo nuestra propia identidad en esta fusión de culturas.

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